La enfermedad de Peyronie (EP) es una patología frecuente entre los hombres de 40 a 65 años, que provoca una tortuosidad en el pene, dificultando e incluso imposibilitando en ocasiones las relaciones sexuales. Aunque la prevalencia es mayor en pacientes mayores de 40 años, el diagnóstico se realiza cada vez en pacientes más jóvenes. Está comprobado que la enfermedad de Peyronie causa un gran impacto en la cantidad de vida, con grandes efectos psicológicos.

La EP corresponde a la presencia de placas fibrosas en la túnica albugínea de los cuerpos cavernosos. Estas placas varían en tamaño y posición, desde mínimas y por lo tanto difíciles de percibir, hasta grandes y múltiples, comprometiendo casi toda la túnica albugínea. En algunos casos, el inicio es agudo, con dolor durante la erección o con la percepción de placas palpables acompañadas de deformidad peneana.

En otros pacientes, el inicio es más lento y la deformidad se acentúa progresivamente, en función de la fibrosis del cuerpo cavernoso, que puede evolucionar hacia la calcificación. Existe un predominio de la enfermedad de Peyronie en los pacientes diabéticos. El origen de esta calcificación no está definido con seguridad, pero puede atribuirse en parte a pequeños y repetidos traumatismos ocurridos durante las relaciones sexuales, microtraumatismos durante las erecciones nocturnas o traumatismos directos en individuos que presentan alguna predisposición.

Un síntoma frecuente es la aparición de un bulto que puede palparse bajo la piel del pene, provocando una erección muy dolorosa y dejando a veces suelta la cabeza del pene. Como esta patología es progresiva, es necesario tratarla lo antes posible.

En la fase aguda, se caracteriza por dolor, erecciones dolorosas, curvatura del pene durante la erección y una placa palpable durante la exploración física. La enfermedad de Peyronie (EP) puede tratarse en primer lugar con un tratamiento clínico. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía cuando la EP provoca una curvatura del pene que impide o compromete la penetración vaginal y la enfermedad ha permanecido estable durante 6-12 meses.

Sólo se pensará en la cirugía cuando los tratamientos clínicos no hayan tenido éxito y el paciente siga teniendo dificultades para mantener relaciones sexuales y tras la estabilización de la deformidad del pene (curvatura, constricción o hendidura y adelgazamiento).

En algunos casos la enfermedad de Peyronie compromete totalmente la función eréctil del pene y es en estos casos cuando entra en juego el tratamiento quirúrgico ya que tiene una eficacia bien consolidada. El tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Peyronie se puede orientar de la siguiente manera:⠀

1. Cirugías que corrigen la curvatura: son procedimientos que tienen como objetivo alargar el lado acortado.⠀

2. Cirugías para corregir la erección: en los casos en los que la función eréctil está comprometida, se pueden colocar prótesis de pene. Afortunadamente, hoy en día existen buenas y seguras soluciones para la enfermedad de Peyronie, y sólo su médico puede valorar cuál es la mejor para cada caso.